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Cómo salir de una realidad no deseada

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A todos nos puede ocurrir en algún momento de nuestra vida que nos encontremos inmersos en una realidad, “nuestra realidad”, que no deseamos pero de la que no sabemos cómo salir. Esa realidad se puede referir a cualquiera de tantas situaciones que cotidianamente se te presentan. Además, ocurre algo que se repite en situaciones típicamente emocionales, y es la existencia de ansiedad y nerviosismo, dos estados que dificultan enormemente tu toma serena de decisiones, y que sin embargo favorecen la reactividad, que es como decir la respuesta impulsiva.

Así pues, es básico que tu respuesta sea proactiva, o sea, pensada, razonada y decidida voluntariamente de forma constructiva. Pero antes de eso te queda afrontar lo que antes llamé “nuestra realidad”. En otro de los artículos de mi blog hice referencia a que una cosa es la Realidad y otra es la realidad que nosotros vemos y sentimos, fruto de nuestra interpretación de la misma. Esa interpretación depende de tu programa mental, que está construido desde bebé con información proveniente de la educación recibida de tus padres, de la sociedad en la que naciste, de la cultura, de las tradiciones, de los tabús, de la religión, etc., por ello es comprensible que cada persona interprete la realidad de una manera diferente.

En mi opinión la Realidad es neutra, quiero decir, que no favorece a una persona más que a otra, ni es alegre, ni triste, ni cruel, ni fácil… simplemente es la que es, sin adjetivos, y tal cual es tienes que aceptarla de la forma lo más asertiva posible. Pero la anterior no es la forma común de entender la realidad. En primer lugar ocurre que simplemente te resistes a aceptarla, así que comienzas a reaccionar, a sentirte mal y a sufrir. Te enfocas en hallar repuestas a muchas preguntas que comienzan con ¿Por qué? Es decir, en la no acción, en lamentarte y no hacer algo.

«En la toma de conciencia, el “actuar” es lo más importante. A cada toma de conciencia debe seguir de inmediato una acción, o de otro modo esa toma no sirve para nada porque constantemente volvemos a ser las mismas caricaturas anteriores. Durante veinte, cuarenta o sesenta años, somos la caricatura de nosotros mismos y jamás la abandonamos.» (Alejandro Jodorowsky)

En lugar de eso deberías enfocarte en preguntas que comenzaran por ¿Cuáles son mis opciones? ¿Cuál es la más conveniente para este momento? ¿Con quién y con qué puedo contar como ayuda? ¿Qué plan debo trazar?… La no aceptación es consecuencia de tu interpretación de la realidad, con lo que ya no es neutra y pasa a ser “tu realidad” con adjetivos.

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