Quejarte y lamentarse; El planeta del círculo vicioso
Uno de los temas que más interesan a los seguidores de este blog es la depresión, de hecho es el que más comentarios suscita. Como ya he dicho en otras ocasiones, son muchas las circunstancias que llevan a las personas a un estado depresivo, pero algo muy común en muchas de ellas es quejarse y lamentarse. Este es un círculo vicioso del que es complejo salir.
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Recientemente coincidí con un amigo con el que mantuve una conversación cuyo asunto principal, como no podía ser de otra manera, fue el de la depresión. En esa conversación utilicé una metáfora para hacerme entender más fácilmente. Le contaba a mi amigo que las personas que padecen depresión habitan un planeta diferente, el planeta QL; Quejas y Lamentaciones.
El planeta QL
Los habitantes de ese planeta virtual viven en un proceso interminable de quejarse y lamentarse, un bucle de complicada salida. Sin embargo, es complicado, pero no imposible, es cuestión de hallar la nave que les llevará al planeta bueno, el positivo, el de las oportunidades, el de los buenos y no tan buenos momentos, el de la vida.
La clave para salir del bucle de quejas sin fin
Así pues, siguiendo con la metáfora, lo primero es conocer la clave que te va a permitir encontrar esa nave. Pero ¿Cómo puedes salir de ese bucle sin fin? Pues, la única manera que yo conozco es siendo consciente o llegar a la conclusión de que quejarse no es útil, no sirve de nada y no te ayuda.
Quejarte o lamentarte sólo te valen para reafirmarte en lo que ya conoces, para recordar todo lo negativo, para dejarte amarrado al pasado. Pero salir de ese círculo vicioso, como ya dije, aunque es posible, no es tarea fácil, sobre todo porque, de la misma manera que para encender una cerilla en un día ventoso tiene que cesar el viento un instante, para salir de ese círculo vicioso es preciso un momento de lucidez.
Como decía, salir de este bucle no es algo imposible, ese momento de lucidez se da de distintas maneras, a veces ocurre por un súbito despertar, por tu propio descubrimiento ante el espejo, por una enfermedad grave, por algo que viste, por algo que leíste, por algo que escuchaste; una opinión, un consejo… y de repente ocurre. Esto es más o menos lo que se denomina serendipia.
El siguiente paso
Después de que te has despedido del planeta de las quejas y de las lamentaciones, puedes dar el siguiente paso. Ahora te toca reconocerte, pues hace tiempo que estás ausente y sientes el vacío en ti, sin herramientas para ese viaje que te espera.
Con la ayuda de tu memoria y de la de tu familia y amigos, repasa tus logros; los retos que has afrontado y superado y que te han hecho sentirte bien, orgulloso de ti; todos ellos logrados con tus habilidades y capacidades, las mismas que sigues teniendo, aunque lo habías olvidado. Así que, no eres una persona desvalida, eres la misma de siempre, fuerte y capaz.
Un nuevo orden
Una vez que quejarte ya no forma parte de tu conducta habitual, y que sabes que sigues siendo la misma persona que antes, puedes dar un nuevo salto: pasar por el mismo proceso que aquellas personas que han salido de una enfermedad terminal o muy grave y reconocen el nuevo orden de las cosas.
Esto es, que lo muy grave ya no lo es tanto, que lo que antes era importante quizás ahora lo es menos. Que ya no tienes necesidades, pues las que tienes las controla automáticamente tu cerebro inconsciente (respirar, beber, comer, dormir…).
Muchos deseos y pocas necesidades
Ahora sólo existen para ti los deseos, que pueden ofrecerte alegría y satisfacción y, además, de los que puedes prescindir sin que pase nada. Pasarás de la prioridad por lo material, por el dinero, por el éxito, por triunfar…, a, como nos decía Facundo Cabral, la prioridad por disfrutar de la vida; de la familia, de los amigos, de las personas, de los animalitos, de la naturaleza…, de disfrutar de ti.
Soy amiga de un amiga de un amigo que tienectambien a su vez un amigo en el planeta Q.L. Parece difícil salir desde el amor de cualquier círculo vicioso. Como sociedad sin confianza en las potencialidades del otro y sin siquiera reconocer el miedo de tus propios fantasmas de tus seguridades y de tu propia sombra. Yo quiero ayudar a ese amigo n.n. y me pregunto porqué el me condiciona me manipula y aterroriza con sus fracasos y negatividades. Se que somos como tantos personas truncadas a las que la sociedad y sus instituciones no nos dio muchas oportunidades. Todavía no se si estamos dentro o fuera del sistema de la perpetuación de la violencia mundial con armas y sin almas. De errantes y locuras no hablemos hace mucho tiempo que ya me jugué el mérito de los últimos que algún día pasarán a ser primeros…
Estimada Emily:
Gracias por visitar mi blog y por participar.
La verdad es que no soy filósofo para darte una respuesta con mucho sentido y sobre todo útil, pero quizá pueda aportarte algo que te sería de utilidad para engancharte al cohete que te puede sacar de ese planeta QL.
Una de las creencias más extendidas es dar por hecho que parte de nuestro destino o de nuestros sentimientos está en manos de la sociedad. Si lo piensas bien, eso no tiene sentido o tiene sentido si entendemos que nosotros también somos parte de esa sociedad y, por lo tanto, eso equivale a decir que nuestro destino está en nuestras manos, que sí parece cierto y coherente.
Creo que cuando dices que “somos como tantos personas truncadas a las que la sociedad y sus instituciones no nos dio muchas oportunidades” le estás otorgando a algo externo el poder o el control sobre algo que depende más de ti que de otra cosa. ¿No crees que tus acciones y el número de ellas tienen una influencia directa sobre las posibilidades de que algo concreto suceda o tenga éxito? ¿Crees que existe alguien en ese ente abstracto llamado “Sociedad” que en vez de estar pensando en sus cosas, está pensando en ti específicamente, aunque no te conozca, para darte esta o aquella oportunidad? Creo ese pensamiento equivale a que el agujero de la pared se mueva y abarque el clavo.
Para bien o para mal, la vida, tu vida, gira entorno a ti. Si no te mueves, si no haces nada, tu vida será equivalente a un electroencefalograma plano. Si te mueves, si creas, si aciertas, si fracasas, si amas, si corres, si saltas, si cantas, si bailas… tu vida será dinámica, ejercerá influencia, sinergias, se crearán oportunidades, un número porcentual de posibilidades de que esto o aquello te pase. Y, llegados a ese punto, centrémonos en lo local, no en lo mundial. Tendrás más posibilidades de cambiar algo que está a metros de ti, que de miles de kilómetros. Propongamos cambiar los sistemas de metro y medio de distancia, eso es práctico. Cambiar los sistemas de miles de kilómetros es entelequia.
Te deseo lo mejor.
Un abrazo,
José Ramón
Situación complicada esa de salir del planeta QL y mucho más la de encontrar la nave lucidez. También es cierto y como bien dices, es posible, pero tarea compleja. Aunque no nos engañemos, no todas personas “infectadas” con con el aire del planeta QL encuentran la nave y terminan por tirar la toalla antes de tiempo.
La raza humana avanza diariamente en descubrir, inventar e investigar, sin embargo retrocede con mayor velocidad si cabe en lo que podríamos resumir, las relaciones personales.
Gracias por la reflexión, por la ayuda que prestaste, prestas y seguirás prestando.
Un afectuoso saludo. Txema.
Estimado Txema:
Muchas gracias por tu comentario.
Efectivamente, es tarea compleja, pero créeme que por propia experiencia sé que es posible. Claro que a unas personas les costará más que a otras, e incluso las hay que no llegan a salir de ese bucle vicioso, pero es que, quizás no estaban demasiados atentos a sus sentidos y simplemente se rindieron antes de tiempo. Si te pones a pensar por un momento te darás cuenta de que para otras situaciones negativas o perjudiciales para nosotros mismos, sí que estamos más dispuestos, tal vez porque el ser humano es más tendente a lo negativo; pero el caso es que si tenemos esa capacidad para lo negativo, quiere decir que también la tenemos para lo contrario. Por ejemplo, apenas nos cuesta entristecernos, sin embargo, para lo contrario, se nos hace muy difícil.
Por tu frase final intuyo que nos conocemos, ahora no me doy cuenta de quién eres, pero de cualquier manera te envío un abrazo sincero y mis deseos de que encuentres esa nave, si es que la estás buscando.
José Ramón